hundidoLo digo muchas veces, lo peor que pueden hacerle a un emprendedor es quitarle la ilusión.

En contra de lo que muchos piensan, a la mayoría de los emprendedores, los de verdad, los de vocación, no nos mueve el interés por hacernos millonarios, ni por «salir en la foto» ni por figurar en la lista Forbes, ni siquiera por ostentar cargos de poder en asociaciones, en consejos de administración y menos aún en partidos políticos.

Al verdadero emprendedor lo mueve el instinto por crear, por construir futuro y por sentirse orgulloso de los logros que va consiguiendo. El parir proyectos y ver cómo van creciendo y se van haciendo mayores.

El verdadero emprendedor no trabaja de 7 a 3 de lunes a viernes. El verdadero emprendedor no tiene horario, como tampoco tiene vacaciones ni días de asuntos propios. Por tener, no tiene ni bajas por enfermedad, porque aún con un brazo en cabestrillo, le queda el otro para teclear y aún manco, es capaz de ingeniar algo para hacerlo con la boca.

El verdadero emprendedor tiene su teléfono operativo las 24 horas del día, y el cerebro igual. ¿Cuántos nos habremos levantado de la cama a las 5 de la mañana porque se nos ha venido algo a la cabeza y nos hemos puesto a desarrollarlo?. Y en más de tres ocasiones.

Muchos dirán que lo hacen por el ansia de ganar más dinero. Puedo asegurar que no. Muchos de los emprendedores que conozco ni siquiera tienen fijado un sueldo y los que lo tienen, suelen ser sueldos al mismo nivel que el de sus empleados. Dejando al margen riesgos asumidos, avales, pérdida de vida familiar, etc, si repartimos ese sueldo entre el número de horas de trabajo, saldrían importes ridículos. Así que no es por dinero.

Estamos atravesando una situación de crisis económica que muchos de nosotros nunca habíamos vivido con anterioridad y contra la cual, por tanto, no tenemos contramedidas en nuestro disco duro que podamos actualizar. Se impone la imaginación, la  creatividad. Es una pena ver cómo empresas con trayectorias más o menos largas, están echando el cierre, cómo los adolescentes no encuentran motivación en los estudios, y cómo los universitarios y pre-profesionales de ciclos formativos tienen como objetivo inmediato el buscar trabajo fuera del país en cuanto acaben sus estudios.

¿Qué nos queda para tapar las brechas abiertas?.
Nos quedan los verdaderos emprendedores. Los que con gran ilusión y dedicación, con un plan de empresa debajo del brazo, y buscando financiación debajo de las piedras, todavía tienen la esperanza de crear su pequeño negocio, dar trabajo a tres o cuatro personas y hacer que una idea se convierta en un punto de luz dentro de ese agujero negro que tenemos delante.

Pero nos están atacando en la línea de flotación. Si a un verdadero emprendedor le quitas la ilusión, lo has hundido. Porque es su única motivación. Si no va a tener acceso a financiación, si no ve en sus propios dirigentes que se adopten medidas para favorecer la creación de empresas, o la contratación de personal, o la internacionalización. Si cada día ve cómo políticos, «empresarios» de banca, o directivos de organismos públicos se enriquecen dejando en la miseria a miles de personas sin siquiera ruborizarse… le habrán quitado la ilusión.

Tocado y hundido; ¿qué nos queda?.

 

  • Twitter
  • del.icio.us
  • Digg
  • Facebook
  • Technorati
  • Reddit
  • Yahoo Buzz
  • StumbleUpon